Este es un viaje que hacia tiempo tenía ganas de hacer.
Volamos con Ryanair destino Ciampino. Allí compramos la Roma Pass, una tarjeta bono que cuesta 30€, vale para tres días e incluye la entrada a dos primeros museos o monumentos y descuentos en el resto, transporte público y mapa.
Este es un aeropuerto bastante bien comunicado. Hay varios buses que van directamente a la estación de Termini por 3,90€ o a la estación de metro de Anagnina por 1,20€.
Llegamos al hotel Center 1, muy cerca de la estación de Termini. Nos instalamos y vamos a comer.
Una vez saciados, comenzamos la ruta.
Vamos hacia el norte a la Piazza del Popolo: Uno de los puntos más transitados de Roma. Un Obelisco dedicado a Ramses II se alza en el centro y su hermosa iglesia de Santa María del Popolo se asoma a la plaza. También son puntos de interés la puerta de la muralla y las dos iglesias gemelas de época barroca.
Paseando por la Via de Ripetta nos encontramos con el Mausoleo de Augusto y Ara Acris.
Callejeando por la zona llegamos a la Piazza di Spagna, una de las más conocidas de Roma. En el centro de la plaza se haya la Fontana della Barcaccia. Su escalinata de 135 peldaños nos alza hasta la Iglesia della Trinitá dei Monti.
Siguiendo nuestra ruta nos encontramos con uno de los monumentos que más caracteriza a Roma, La Fontana Di Trevi: Realmente es una fuente muy bonita. Creo que es interesante verla tanto de día como iluminada durante la noche. A mi me gustó más.
Seguimos caminando y llegamos al Monumento a Vittorio Emanuele, en la Plaza Venezia. Como ya era de noche, entramos a una cafetería a tomar un chocolate, allí sería donde recibiríamos nuestro primer sablazo. Por dos chocolates aguados y un bollo 17€.
Cogimos la Via dei Fori Imperiale en busca de una parada de metro y allí al fondo se alza colosal, el Anfiteatro: El Colisseo.
DÍA 2: Dedicamos la mañana a ver lo que fue El Imperio Romano. (Véase la entrada IMPERIUM).
Se nos ha puesto a llover y además ya es la hora de comer así que buscamos un restaurante cercano.
Una pizza y una cola después, nos pusimos en marcha en busca del Moisés del Miguel Ángel que se encuentra en San Pietro in Vincoli, una pequeña Basílica de escasa y sencilla decoración. Además del Moisés cabe destacar algunos frescos y curiosas representaciones de esqueletos e imágenes poco comunes en una iglesia.
Muy cerca de allí se encuentra el Domus Area o restos del grandioso palacio construido por el Emperador Nerón.
Por la tarde queríamos ver las Termas de Caracalla, pero estuvimos perdidos dando vueltas durante varias horas. Cuando dimos con ellas ya era de noche y estaban cerradas, así que decidimos acercarnos al centro y ver la Piazza Navona, la plaza barroca más bonita de Roma por sus obras de arte. Su mayor atractivo son sus fuentes; Fontana dei Quattro Fiumi, Fontana del Moro y Fontana del Neptuno.
DÍA 3: Día de gran provecho. Me levanté pronto para poder ver lo máximo posible y empecé por donde lo había dejado el día anterior; las Termas de Caracalla. Tuve mala suerte ya que saliendo del metro empezó a diluviar. En cuanto amainó un poco me puse en marcha y por fin llegué. Eran las 8:30 y aquello estaba desértico, ¿porqué? por que hasta las 9:00 no abrían. Le eché un vistazo por fuera y me fui, volvía a llover fuerte. Mi siguiente parada era la Bocca della Veritá. Llegué a la plaza de su mismo nombre y buscando por todas partes no la encontraba. Estaba claro que no era mi día. Comenzó a diluviar de nuevo. Decidí subirme a un bus a ver donde me llevaba.
Durante su trayecto vi lugares interesantes como el Arco dí Giano, Teatro Marcelo... Me bajé en la Plaza Ara Coeli, plaza donde se encuentra la Piazza Campidoglio. En ella están situados los Museos Capitolinos, el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuovo donde se encuentra la escultura de la mítica Loba Capitolina amamantando a Romulo y Remo.
Al lado está la Piazza Venezia en la que se encuentra el Monumento a Vittorio Emanuele.
Cruzando la Via dei Fori Imperiali reposan los restos del Foro de Trajano donde se levanta la Columna Trajana, el Mercado Trajano, la Basílica Ulpina... En este mismo enclave podemos ver también el Foro di Augusto, Foro di Cesare y Foro de Nerva.
Me apetecía ver la Fontana di Trevi de día, así que me acerqué. Creo que de noche es más bonita.
Me dirigí a la Plaza Barberini donde está la Fontana del Tritone que no vi porque la estaban restaurando. Unas calles más allá está la iglesia San Carlo Quattro Fontane, ubicada en un cruce de caminos en cuyos chaflanes se ubican cuatro fuentes ornamentales.
Cogiendo la Via del Quirinale llego a la plaza del mismo nombre donde se encuentra la residencia oficial del Presidente de la República Italiana.
Como aún es pronto decido regresar en busca de la Bocca de la Veritá. Llego a la plaza y busco por allí. Nada, que no la encuentro. Estando de espaldas a la Iglesia de Santa María in Cosmedin pienso en irme. Me doy la vuelta y... en el portalón de la iglesia veo una cola de japonese sacándose fotos... No me lo puedo creer, está ahí...jajaja....
Allí mismo me subo a un bus dirección Via del Corso y desde allí callejeando llego al Templo de Adriano, erigido en honor al Emperador. En una calle contigua se encuentra el Pantheon de Agripa, un bonito templo circular del que destacaría su cúpula cuyo óculo permanece abierto filtrándose así tanto el sol como la lluvia. En el reposan los restos del Rey Victor Manuel II, su hijo HumbertoI y su esposa Margarita.
Como estaba muy cerca volví a la Piazza Navona para verla de día y de paso vi también el Palazzo Madama, senado de la República.
Cruzando la calle Vittorio Emanuele está el Campo di Fiori, una placita donde se monta un mercado en el que se venden flores, alimentos y productos variados.
Ya se acercaba la hora en la que había quedado con mi colega en el Vaticano, así que fui dando un bonito paseo por las callejuelas que me llevaron al Ponte Sant´Angelo, y al fondo su Castillo. No me paré, ya lo haría a la vuelta. Giré a la izquierda y allí estaba, al final de la Via della Concilliazione, este pequeño estado, la Ciudad del Vaticano.
Personalmente note muchísima energía que se acrecentaba mientras me iba acercando. Una energía que nada tiene que ver con lo religioso o espiritual, yo diría más bien energía de Poder, se nota mucho poder.
Entré en la plaza y me senté a los pies del Obelisco en el centro de la plaza. Mientras esperaba, observaba la grandiosidad arquitectónica del lugar y las largas colas que se hacían para entrar. Pensé: -por dentro tiene que ser una pasada, pero no entré, algo personal.
Una vez me junté con mi colega y después de admirar la majestuosidad del lugar nos dirigimos al Castelo Sant´Angelo.
Como con la Roma Pass tenemos aún una entrada a un museo o monumento decidimos gastarlo aquí.
El Castillo se encuentra en la orilla derecha del río Tiber. Es un corredor fortificado y un poco laberíntico. En la actualidad tiene 5 niveles.
-1er nivel: Mausoleo.
-2º nivel: Cárcel.
-3er nivel: de uso militar.
-4º nivel:Apartamento Papal.
-5ª nivel: Terraza desde la que se pueden admirar unas bonitas vistas de Roma y el Vaticano y donde se encuentran el Arcángel y la ¨Campana de la Misericordia¨.
Ya tenía hambre, así que fuimos bordeando el río llegando al Trastevere. Es un tranquilo barrio en el que predominan las casas populares medievales. Entre sus principales monumentos se encuentran la Basílica de Santa María en Trastevere, Piazza Trilussa, Villa Farnesina...
En medio del rio Tiber se encuentra la Isola Tiberina que alberga el Templo de Esculapio.
Cruzamos a la otra orilla y aparecimos en el güetto judío, el cual se encuentra rodeado de iglesias cristianas, entre las que se encuentra la Chiesa di Gesu.
Y concluimos nuestro día en el Area Sacra, lugar donde se encuentran las ruinas de los templos más antiguos de Roma.
DÍA 4: Día de volver a casa. Este día nos levantamos más tarde. Lo único que nos habíamos marcado para ver era la Basílica de Santa María Maggiore que nos quedaba al lado de la estación de Termini donde cogeríamos el bus que nos llevaría a el Aeropuerto de Fiumicino y de vuelta a Madrid.